Como bien anuncie al inaugurar este blog, la intención era
darle especial atención a las bandas de la escena local, regional y nacional,
siempre con la predilección por bandas que podríamos denominar underground o
menos conocidas.
En esta segunda review, nos haremos eco del lanzamiento de
una banda riojana, Black Desert, el segundo de su carrera y que como tantas
bandas de nuestro país intenta hacerse un hueco en esta escena nacional tan
difícil.
La banda bebe de diversas influencias, aunque es fácil
escuchar entre ellas una buena parte de los italianos Lacuna Coil, sobre todo
en la base rítmica tan potente y principalmente en la forma de cantar de su
vocalista, muy del estilo de la italiana, con mucha garra. Sin olvidarnos de
las grandes bandas de Sinfónico, al estilo de Nightwish, Whitin o incluso
Leaves Eyes.
Debo confesar que en las primeras escuchas el disco se me
hizo algo raro, y que fue gustándome a medida que lo iba escuchando. Hasta el
punto de pensar que parecía estructurado a conciencia para ir de menos a más.
Pero poco a poco me he ido dando cuenta que para nada es así.
Desde el primer momento la banda lo da todo, en cuanto a composición e
interpretación. Cierto es, que tampoco vamos a encontrarnos un álbum plagado de
virtuosismo, dudo mucho que Black Desert busquen eso, pero a fin de cuentas, se
pueden hacer buenos temas, pero si luego falla la interpretación, mal vamos.
En cuanto a la producción me parece más que correcta, y
aunque en algunos momentos me parece que las guitarras están algo bajas con
respecto a los teclados, aunque esto es solo una cuestión de gustos. Por otro
lado, me ha encantado el sonido de la batería, dándole un tono muy contundente
que le viene muy bien a la banda.
El disco se inicia con el tema “Demonios”, que fue el que en
un principio no me terminaba de convencer, supongo que porque puede ser el más
comercial del disco, pero que al final me parece perfecto abrir el CD. Curioso
que el último estribillo sea en castellano.
Con “Red hour”, continúan mostrándonos su sonido y empezamos
ya a atisbar la buena calidad del disco, con un solo de guitarra perfecto para
el tema, muy melódico y emotivo, al igual que el estribillo cantado por Isabel,
lleno de fuerza y emotividad.
Un comienzo atronador con protagonismo de la batería nos
introduce en Bells, que mantiene la tónica de los dos primeros temas y donde
cada vez es más evidente la fuerza y energía de la voz de Isabel. Sobre todo
como han sido capaces de hacer que voz y
música estén totalmente encajados.
Y digo esto, porque es uno de los problemas más comunes en
muchas bandas es que la voz y la música parece que van cada uno por su lado y
falla la unión entre las dos partes. En el caso de Black Desert os aseguro que
no es así.
“Something real” cambia algo la tónica, resultando más
sinfónica, con especial protagonismo de los teclados y las orquestaciones, con
la siempre omnipresente voz de Isabel, que lleva el ritmo del tema, acompañando
a las melodías del tema de forma efectiva.
Llegamos al ecuador del disco y nos encontramos con el tema más
largo y al mismo tiempo más lento. La segunda parte de “Dreams of Glycerine”
resulta un medio tiempo, con pasajes muy melódicos, muy jazzísticos, y donde
las guitarras adquieren mucho protagonismo, tanto en la parte rítmica como en
las melodías. Y sobre todo en él solo, muy melódico, pero genial y que completa
el tema a la perfección enlazando con el final a piano, completando uno de los
mejores temas del disco.
Y digo de los mejores, porque para mí el mejor es el siguiente,
“64 bones”, donde colabora la vocalista de [IN MUTE], Steffi García, aportando
sus guturales. Y es que personalmente me encantan los temas donde se mezclan
voces graves y voces limpias.
Además creo que el tema tiene el equilibrio perfecto entre
fuerza, garra, melodía y sentimiento. Para mí es un tema completo. Prueba de
ello es que la han elegido como videoclip y primer single del disco.
Unos acordes arabescos nos introducen el tema título del álbum,
“The road is open”, con unas armonías muy maidenescas, aunque solo como introducción,
convirtiéndose en un tema con sonido más actual. Las guitarras vuelven a tener
protagonismo, contundentes y crudas, con el teclado en segundo plano. Un tema
perfecto para el directo.
El álbum se cierra con “Seduced by the sand”, un tema pesado
y contundente. Puede parecer reiterativo, pero vuelve a lucir la voz de Isabel,
con mucha fuerza y melodía en varias partes. El estribillo es pegadizo y
directo, dándole el toque definitivo al tema. La parte central está marcada por
los teclados que enlazan con una parte
muy progresiva, ensamblando el tema hacia el final.
Curiosidad final, que cuando parece que ha terminado el
disco tras unos momentos de silencio,
una guitarra española le da el perfecto fin a modo de outro.
Estamos ante un muy buen disco, otro más que pone de manifiesto
que en nuestro país se hace muy buena música, con bandas que no son tan
conocidas como otras y que si les diéramos algo más apoyo podrían llegar muy
lejos.
Una manera genial de empezar el año nuevo, con un disco que
te deja tan satisfecho y con muchas ganas de verles en directo.
Canciones:
1.
Demonios
2.
Red hour
3.
Bells
4.
Something real
5. Dreams of Glycerine (part II)
6. 64 bones
7. The road is open
8. Seduced by the sand
Formación:
·
Isabel
Bermejo – Voz
·
Angel
Aguera – Guitarra
·
Claudio
Navo – Guitarra
·
Gabriel
Valcazar – Bajo
·
Pablo
Binda – Batería
·
Luisma
Hernandez – Teclados
Yarhibol
Records/The Rock Station – 2015 -8,5/10
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