Parece ser que en los últimos tiempos las promotoras de
nuestro país han vuelto a confiar en traer bandas a nuestra ciudad, y sobre
todo bandas con una extraordinaria calidad y con una gran propuesta musical.
El claro ejemplo es apostar por incluir a Sevilla en la gira
española de Blues Pills, una de esas bandas que practica ese estilo tan de moda
en la actualidad que es el Blues Rock de reminiscencias clásicas.
Esto no será posible más veces si como respuesta, el público
no acude a estos eventos y creo que en estos últimos tiempos Sevilla está
respondiendo a las bandas que acuden a nuestra ciudad. En este caso además,
creo que sin ser un gran éxito, sí que tuvo una buena entrada, aunque por
desgracia, el concierto coincidió con un puente en nuestra comunidad.
Cierto es que en las dos grandes citas de nuestra península,
como fueron Madrid y Barcelona, consiguieron un Sold Out, y es normal, pero una
entrada como la que registraron en Sevilla, teniendo en cuenta la diferencia de
población, tampoco es malo para nada, calculando que habríamos unas trescientas
personas viéndolos.
Pristine
Para esta fecha traían como acompañantes a los noruegos
Pristine, toda una incógnita, aunque alguna cosilla había por internet, para
hacernos una idea de lo que hace esta banda de Blues Rock.
Así, que con el ánimo de poder disfrutar de una nueva banda
por descubrir, ante una sala que aun presentaba un aspecto con poca gente. Esto
sigo sin entenderlo y nunca lo compartiré. Vamos a ver, hay que ver a todas las
bandas, los teloneros también se merecen nuestra atención. Y sobre todo, es por
nuestro propio interés, que, como bien paso esa noche, nos podemos encontrar
con algo muy interesante.
Y es que eso fue lo que paso. Nos encontramos una banda que podríamos
catalogar de delicia y fuerza al mismo tiempo, y que desde el primer momento
salieron a demostrar que no son una
simple banda acompañante, y que venían a dejar una pequeña semilla plantada.
Es cierto que su estilo se asemeja al de la banda cabecera,
algo que no veo mal, pero claro, con ciertos detalles diferenciales, en cuanto
a sonido, el de los noruegos algo mas rockeros, y sobre todo en su manera de
estar sobre el escenario.
Pristine también tienen una vocalista femenina, con mucha
fuerza, con una voz impresionante y un feeling que es que eriza los pelos de
todo el cuerpo, y que solo había que cerrar los ojos para disfrutar su voz. En
presencia es el centro de atención, pero muy bien secundada por sus compañeros,
que no se limitaban a tocar, sino que además vivían los temas y acompañaban en
actitud a su frontwoman.
Es verdad que toda la atención se la llevo la guapa
vocalista Heidi Solheim, y es que desde que comenzó a cantar nos dejó a todos y
todas con la boca abierta, alucinando con el torrente y la clase que tiene su
voz. Y es que además es un auténtico torbellino sobre el escenario. Salvo en
una canción, “Dont save my soul”, donde solo con la guitarra y la voz, nos demostró
también que puede ser todo sentimiento, pero con una fuerza extraordinaria. Una
delicia de tema y de interpretación.
Ciertamente sabíamos que íbamos a encontrarnos esa noche con
una gran banda, lo que no esperábamos era encontrarnos con otra igual de buena
y que consiguió que su actuación se nos quedara corta.
Puedo asegurar que la gran mayoría del público que estuvimos
esa noche en la Custom nos quedamos prendados de esta banda noruega y que la
tenemos apuntada en nuestra agenda para seguirla con detenimiento en el futuro.
Y por supuesto, sé que si los traen en su propia gira, tedrían asistencia
asegurada.
Blues Pills
Tras el muy agradable comienzo de la velada, nos refrescamos
las gargantas mientras los técnicos preparaban el escenario y comentábamos de
forma casi unánime la gran banda que acabábamos de descubrir. Pero claro, el
cabeza de cartel era al que veníamos a ver y a disfrutar.
Blues Pills tienen una corta pero muy intensa carrera, donde
ya han demostrado la calidad de su música y sus composiciones. Pero además es
que en directo son una maquina perfectamente engrasada.
He tenido la oportunidad de verles dos veces con
anterioridad, pero con la diferencia que esas dos veces fueron dentro del marco
de un gran festival y por lo tanto, nos guste o no, a algunas bandas no se les
aprecia todo lo que se les tiene que apreciar y de lo que son capaces. Y aunque
Blues Pills demuestran con creces en cualquier escenario de lo que son capaces,
el concierto que dieron en Sevilla demostró que sobre todo son una banda de
sala.
Y eso que comenzaron algo tímidos, como sin querer molestar,
yo diría que hasta conscientes de la banda que les acompaña y que deben
acostumbrar al público a su sonido y temas. Y sinceramente, no sé si lo hacen
queriendo o no, pero lo consiguen, metiéndose al respetable desde el primer
tema en el bolsillo.
Mucha gente critica a la banda por ser demasiado fríos sobre
el escenario, obviando a su vocalista Elin Larsson, y que prácticamente ni sonríen.
Pero sinceramente, creo que esto forma parte del carácter de la banda y es que
aun sin moverse demasiado son capaces de hacer sentir los temas al respetable.
O por lo menos conmigo lo consiguen.
Creo sinceramente, que es su manera de expresar su música y
es al final del concierto cuando ya dejan salir su expresividad y terminan
sonriendo. Hasta ese momento entiendo que están concentrados en hacer llegar su
sonido y su música a la gente y es cuando ven que lo han conseguido cuando
aceptan su triunfo.
Cierto es que esto solo afecta a los dos guardaespaldas de
Elin, Dorian y Zack, guitarrista y bajista respectivamente, porque el nuevo batería
Andre, es de estos que viven el concierto aun a pesar de aporrear los tambores
y vaya como lo hace.
Pero eso sí, de nuevo, el centro de atención vuelve a ser la
vocalista, y es que si la noruega Heide es fuerza y sentimiento, Elin además le
añade presencia y carisma, con ese look tan psicodélico y hippy, y que le da
una imagen tan vintage, pero actual.
Aunque si os digo la verdad, me pase muchos minutos del
concierto con los ojos cerrados y disfrutar solo con su música, tan perfectamente
ejecutada y que tan adentro llega, transportando a uno a donde quiera y
terminar sonriendo casi sin querer, porque además, da un buen rollo que es a
veces difícil de explicar.
De nuevo, por segunda vez en la noche, se nos hizo corto el
concierto, y aunque se despidieron a lo grande con “Devil man”, eso sí,
precedida de la preciosa “Yet to find”, no evito que nos quedáramos con la sensación
de que queríamos aún más y que podríamos estar toda la noche disfrutando de la música
de la banda.
Un grandísimo privilegio el haber podido presenciar en
nuestra ciudad este enorme concierto. Animo a la promotora, Madness Live, a
seguir haciéndonos disfrutar con este tipo de bandas.
Volveremos a ver a Blues Pills, espero que más pronto que
tarde, y por supuesto también a Pristine. Dos grandes bandas para una gran
noche.
Crónica: Augusto Arévalo
Perdonad la calidad de las fotos, pero no siempre podemos
asistir con una cámara decente.
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