Este año y para cambiar algo las costumbres, decidí pasar
mis cortas vacaciones en el país vecino y asistir al Vagos Open Air, o Voa para
abreviar. Anteriormente, y como seguramente sepáis, este festival se celebraba más
al norte, cerca de Oporto, pero este año lo han trasladado a Corroios, en
Lisboa, en un polideportivo situado en el mismo centro de la población.
La verdad es que el festival en cuanto a organización hay
darle un notable alto, y si no le pongo un sobresaliente, es por una razón de
higiene y limpieza en cuanto las duchas y W.C. del camping, que por desgracia
no estaban a la altura del resto de elementos del festival.
Un único y enorme escenario presidia el lugar de los
conciertos, con una gran cantidad de tiendas de merchan y música. Una buena
oferta de merchan oficial, con camisetas de todas las bandas, que aunque el
viernes faltaron algunas, el sábado terminaron por llegar, y por supuesto, a
muy buen precio, siendo la oficial del festival de 15 euros, y el resto a 20
euros, y oficiales.
La oferta culinaria era bastante amplia, aunque a las horas
punta de la cena, se formaba una buena cola en todos los puestos, aunque es
cierto que se atendía rápido. Además, al estar en la misma zona del escenario y
enfrente, no te perdías nada de los conciertos, y mientras esperabas, podías
seguir viendo el show. Buenos precios, buena calidad y variedad.
En cuanto a las cuestiones técnicas, el festival estuvo a
gran altura, aunque hubo algunos problemas de sonido durante los conciertos de
Anathema el viernes y Paradise Lost el sábado, pero por lo demás muy buen
sonido y por la noche muy buenos juegos de luces, que aumentaron la calidad de
los conciertos.
En cuanto a la zona de acampada, no era demasiado grande, ya
que al estar el festival situado en la misma población, supongo que mucha gente
alquilo alguna habitación o vivienda para el evento, pero resultó muy cómoda,
salvo el detalle que antes he comentado, muy buen precio y detalles como el de
poder cargar el móvil y que ellos se encargaran de vigilarlo.
No había cafetería ni nada por el estilo en el camping, pero
habiendo varias cafeterías en los
edificios colindantes al parque, esta no hacía falta y encima con un
precio y una atención exquisitas. De
sobresaliente la aceptación de la población del lugar.
Pero lo importante era lo que íbamos a ver sobre el
escenario, con bandas de diferentes estilos y procedencia.
Dark Oath
Bajo un sol de justicia y un calor que no tiene nada que
envidiar al de Sevilla, los portugueses Dark Oath eran los encargados de abrir
el festival.
La banda tiene un disco editado hace escasas fechas, y
aunque gozaron de poco tiempo, media
hora, pudieron ofrecernos una buena muestra del mismo. Su Death Metal melódico fue
todo un acierto para iniciar el festival.
De hecho, tiene mucho mérito, no solo en esta banda, sino en
todas las que tuvieron que tocar con el sol en su máximo esplendor, el tener
que hacerlo bajo esas condiciones, con el sol de frente dando fuerte, y con
temperaturas de más de 30 grados.
Su vocalista, al más puro estilo escandinavo en el timbre de
voz, no para de moverse por el escenario, teniendo a sus compañeros algo más estáticos,
aunque de vez en cuando se animaban a mover un poco las cabezas.
Si ya a priori era una de las bandas que me apetecía ver,
durante su corta actuación me demostraron que pueden ser una banda a tener en
cuenta en el futuro, y estando tan cerca de nuestro país, pues muy bien podrían
moverse por nuestros circuitos de salas.
Muy interesante su apuesta musical, y para qué negarlo, con
unas canciones con mucha calidad y con feeling. Contundentes, melódicas y con
un plus de energía perfecto para que la banda consiga unos cuantos fans más,
algo que seguro hicieron en el Voa.
Muy buena manera de comenzar el festival, a pesar del calor
y de la corta duración. Seguiremos de cerca a Dark Oath en el futuro.
Adimiron
Los siguientes en saltar al escenario del Voa venían desde
Italia, y le daba un cambio al estilo que habíamos visto antes, con sonidos más
progresivos y experimentales. Al igual que los portugueses, también tenían una
media hora escasa y también bajo un calor extenuante.
Por supuesto, y como era de esperar, salieron a dar todo lo
que tenían, y además contaron con algo más de público, que ya empezaba a llegar
al recinto del festival.
La verdad, es que su sonido, difícil de encasillar, tiene un
factor muy potente en directo y aunque en sus discos puede parecer menos
accesible, sobre el escenario adquiere una dimensión más cruda y potente.
Su experiencia además se notaba en la movilidad de la banda,
que se notaba muy suelta sobre el grandísimo escenario y no paro de animar y
ser animada por el respetable, que desde el primer momento disfrutó de la música
de los italianos.
Lo curioso, es que a pesar de tener varios lanzamientos en
su historia, solo interpretaron temas de su último álbum del año 2014, “Timelapse”.
Supongo que una banda de sus características, que evoluciona en cada disco, le
es más coherente centrarse en su última etapa.
De todas formas, poco importa, ya que precisamente su último
álbum, tiene una gran calidad y se ve que calo bastante en un público con
muchas ganas de concierto y que disfruto de la música de los italianos, despidiéndoles
con una gran ovación, tras el escaso tiempo que tuvieron.
Buen concierto para continuar la primera jornada, que nos descubrió
otra buena banda para seguir sus próximos movientes.
Mantar
El calor continuaba con su incesante castigo, mientras en el
escenario preparaban la actuación de los alemanes Mantar y que por recomendación
nos acercamos a verles de cerca.
Para quien no los conozca, Mantar son un dúo con un estilo difícil
de definir, ya que mezclan un poco de todo, pero sobre todo lo que tienen es un
actitud y sonido que yo catalogo de macarra y sucio, pero con muy mala leche.
Es todo un espectáculo, porque se colocan uno enfrente del
otro, de lado al público y únicamente el guitarrista y voz se dirige al respetable
para presentar los temas y poco más.
Hace años un colega me decía, que como una banda como
Motorhead, con tres tíos, podía hacer tanto ruido. Bueno, pues ahora tenemos lo
mismo, pero solo dos personas encima del escenario.
Y es que además los temas tienen gancho, con buenos riffs,
pero nada de ritmos facilones, porque dentro de esa actitud algo desenfadada y
pasota que tiene, las canciones tienen cierta dificultad técnica y sobre todo
calidad.
Está claro que son muy recomendables de escuchar, pero es en
el directo donde se nota que sacan todo su jugo y su esencia. Y ciertamente el público
que congregaron, cada vez más numeroso, se dio cuenta de ello y agradeció el
gran concierto que se marcaron, a pesar del calor que sufrieron, calor nuclear según
sus palabras, y que les hizo acabar exhaustos.
Sin lugar a dudas han sido el gran descubrimiento del
festival y marcándose uno de los mejores conciertos del mismo, dejando el listón
muy alto al resto de bandas.
Katatonia
El sol comenzaba ya a caer, pero aun daba con fuerza sobre
el escenario del Voa, dándoles la bienvenida a los suecos Katatonia.
Ciertamente no era la mejor de las atmosferas para su música, oscura y melancólica.
Pero es en estas lides donde una banda demuestra su calidad y experiencia.
Durante la siguiente hora y cuarto, los chicos de Jonas Renkse
nos dieron toda una lección de cómo hacer un concierto oscuro a plena luz del día,
manteniendo las atmosferas y los sonidos que les caracterizan y llevándonos a
su particular mundo de melodías decadentes.
Por cosas dela vida, esta era la primera ocasión que tenia
de verles en directo, y debo confesar que me sorprendió muy gratamente, que sus
temas suenan más poderosos en directo que en el estudio, dándole un tono más
contundente, mejorando aún más los temas.
Mucho se ha criticado su último disco, en concreto por sus
fans más ortodoxos, achacándoles que es muy tranquilo y que debería tener algo más
de caña. Tres temas cayeron del mismo, y me reitero en lo dicho, suenan aún
mejor que en el disco.
También me sorprendió la movilidad de la banda, que esperaba
que fuera algo más fría con el respetable, y que con el gran Jonas al frente,
no paro de moverse por todo el escenario. Cuidado, tampoco es que sean el
culmen de la alegría y la felicidad, pero es que no hace falta sonreír para
trasmitir confianza y disfrute.
Me atrevo a decir además, que fueron la banda que mejor
sonido tuvo en todo el festival, algo que nos permitió captar todos los matices
de su sonido y sus temas, de los cuales por cierto, pudieron hacernos una buena
representación, centrándose en su última época, lo cual es algo lógico, ya que
definen su actual estilo.
Solo tuvieron un pequeño problema con el micrófono en un
tema, y lo comento, porque la banda lo solvento de manera esplendida con el
nuevo guitarrista Roger Öjersson, supliendo las voces de manera ejemplar y
demostrando que además de aportar buenos solos a la banda, también hace un
equipo perfecto con Nyström a las guitarras y a los coros.
Aunque el cambio de estilo con respecto a Mantar fue
bastante radical, Katatonia demostraron porque llevan en este mundillo más de
25 años, con un estilo propio y manteniéndose en la primera división de la
escena europea.
Anathema
Con la noche ya cerrada sobre el cielo portugués, uno de los
cabeceras de cartel del viernes, Anathema, hacia acto de presencia sobre el
escenario, y ya desde un principio se vio que venían con muchas ganas de
agradar y dar un gran concierto.
La pena fue que no gozaron de un buen sonido, teniendo que
esperar algunos temas a que la voz sonara con el volumen adecuado. Aun así, la
banda procedente de las islas británicas tiene suficiente experiencia para
hacer un concierto a la altura de su categoría.
Al igual que sus predecesores en el cartel, su setlist se basó
en sus últimas obras, con alguna pequeña concesión a obras anteriores, como los
siempre presentes “Natural Disaster” y “Fragile Dreams”.
La banda de los hermanos Cavanagh demostró su buen estado de
forma, con Danny y Vincent al frente, siendo los maestros de ceremonias y que además hacen un gran equipo con Lee a
las voces femeninas, con temas tan emotivos como “Untouchable” o la misma “Natural
Disaster”, que Lee suele convertir en todo un himno, con el público con sus móviles
encendidos, como ya es costumbre.
Debo admitir, que era uno de los conciertos que más esperaba
y que por supuesto, estuvo a la altura de mis expectativas, haciéndoseme muy
corto, a pesar de la hora y media de duración.
La banda se encuentra preparando ya su próxima entrega discográfica,
la cual puede ser la que los encumbre definitivamente en el Olimpo de la escena
prog y experimental, no solo del continente, sino de todo el mundo. Prueba de
ello, fue la enorme ovación que recibieron al acabar su concierto por parte de
un público que disfruto cada momento del show
Opeth
Aun nos quedaba una última actuación para cerrar la primera
jornada y de nuevo desde Suecia, recibíamos a las hueste del señor Mikael
Åkerfeldt, los siempre cambiantes Opeth.
La verdad es que no se les puede achacar nada a la banda, ya
que son una maquina completamente engrasada, con unas interpretaciones
perfectas de los temas, siendo el jefe el principal acaparador de las miradas y
sobre todo de las risas.
Y digo esto, porque quien no haya asistido nunca a un
concierto de Opeth, debe saber que Mikael no solo se dedica a cantar y tocar la
guitarra, sino que entre tema y tema suele hacer una serie de pequeños monólogos
en los cuales suele bromear sobre su bigote y algunos temas sobre la vida. Lo
mejor es que el resto de la banda parece totalmente ajena a esta faceta del
jefe y casi no le hace caso. Cuanto más, curioso.
En lo musical, lo mejor del concierto fue el pequeño repaso
a su carrera, tocando casi un tema de cada disco, incluyendo sus temas más melódicos
y setenteros y los más antiguos y guturales.
A punto de sacar su nuevo álbum y planificando la que será su
gira de presentación para el próximo año, era el marco ideal para este setlist,
que se agradeció, sobre todo para ver las diferentes facetas de la historia de
la banda y no centrándose en una sola etapa de la banda.
Claro que se quedaron temas fuera, aunque gozaron de hora y
mediad, no es suficiente para contentar a todo el mundo, pero me quedo sobre
todo con el final y ese temazo que es “Deliverance”, perfecto para despedir una
gran actuación, demostrando que son una de las grandes bandas progresiva de la
actualidad.
Eso sí, algunos tuvimos una pequeña decepción, ya que habiendo
sacado algunos días antes un tema nuevo, bien podrían haberlo hecho a modo de premier
en directo. Entonces el concierto habría sido perfecto.
Pero por supuesto fue de sobresaliente, haciendo que la
primera jornada del Voa fuera un auténtico éxito de bandas y público, y dejando
el listón muy alto para la segunda jornada.
Crónica: Augusto Arévalo