Tras la completa y satisfactoria primera jornada del
festival, nos preparamos para el segundo día, no sin antes aprovechar la mañana
para hacer una pequeña visita a la playa cercana. Y es que otro de los
atractivos del festival es su situación, que tiene a 10 minutos la playa y la misma Lisboa, lo que permite
hacer un poco de turismo durante el fin de semana.
Tras la mañana de relax, estábamos preparados a las cuatro
de la tarde para ver el desarrollo de la jornada.
Soldier
La representación española este año en el festival venia de
Asturias y no eran otros que Soldier, que como el día anterior tuvieron que
pelear contra un intenso sol, que daba de lo lindo a las cuatro de la tarde.
Podríamos decir que solventaron su concierto con nota alta,
y es que su Thrash clásico engancha desde el principio y la propia banda tiene
ya bastantes tablas sobre el escenario para llevarse al público a su terreno.
Un público que me atrevo a aventurar que en esta segunda
jornada estuvo más presente desde primera hora y que desde el primer tema
mostro su apoyo a la banda, y es que, por lo que vi, la banda debe tener unos
cuantos seguidores en el país vecino. Y seguramente, el mercado luso podría ser
una buena fuente para las bandas españolas.
Como estaba estipulado en los horarios, los asturianos
dispusieron de una media hora escasa y casi ni se dirigieron al público, para
no perder demasiado tiempo, pero si hubo un momento para darle las gracias al público
y al festival por contar con ellos para esta edición.
Personalmente era la primera vez que tenía la oportunidad de
verles y por supuesto ya tenía buenas referencias de ellos y para nada me
defraudaron, demostrando mucha fuerza, contundencia y a pesar del calor, muy
buena presencia sobre el escenario.
Seguro que esta oportunidad les habrá venido genial para
obtener nuevos seguidores en el país vecino y por supuesto, su inclusión en el
cartel también les habrá dado muy buena publicidad.
Yo por mi parte, me quede con muy buen sabor de boca, pero
con ganas de verles en un ambiente más propicio y con más tiempo para disfrutar
su música. Genial los Soldier.
Equaleft
La segunda representación del país vecino en el festival tenía
un tono algo más progresivo que el de sus compatriotas Dark Oath, aunque las
tesituras generales eran el Death Metal melódico.
Salieron con mucha fuerza y muchas ganas, ya que jugaban en
casa y está claro que querían hacerlo bien delante de su público. Su estilo además
era proclive para ello, con ese sonido tan cercano a los franceses Gojira,
aunque algo menos experimental y algo más crudo.
Por supuesto también sufrieron el intenso calor y es que
debe ser muy difícil tocar en esas condiciones. La banda no se movió demasiado,
y lo entiendo, salvo su vocalista que no paro ni un segundo de animar a la
gente e intentar hacer un concierto para que lo pasáramos bien.
Y debo decir que lo consiguió en buena medida, y es que además la música de la banda es como
poco interesante, con esa influencia progresiva y con temas contundentes y con
mucha fuerza y garra.
Por supuesto, no gozaron de mucho tiempo y cuando nos dimos
cuenta ya se estaban despidiendo. Una banda muy interesante que estaría bien
tener en cuenta y es que al igual que antes he dicho que el mercado luso sería
muy interesante para las bandas españolas, en el sentido contrario también
opino lo mismo y es que también creo que hay bandas muy interesantes en
Portugal.
Un concierto muy interesante y muy intenso que nos llevó en
volandas para continuar con el resto del festival, y sobre todo a los conciertos
que venían exactamente después.
Schammasch
La siguiente banda en saltar al escenario, Schammasch, era
la gran incógnita del festival, por lo menos para mí, y por más de una razón.
La primera de ellas era su estilo, un Black Metal que se
sale de la ortodoxia y que plantea nuevas influencias y otras sonoridades, con
largos desarrollos y son muchos pasajes instrumentales y atmosféricos.
También porque la hora no era lo más acorde para su música,
tan oscura y siniestra, y sobre todo porque su imagen habría sido más vistosa
en la oscuridad de la noche y aprovechando unas buenas luces ambientales.
Pero la verdad es que no defraudaron, saliendo además con
toda la indumentaria y ciertamente debieron de pasarlo muy mal, sobre todo su
vocalista con esa indumentaria tan enorme, y con todo el solano dándole de
frente. Chapo para ese hombre.
La verdad es que como apuesta del festival hacia el Black
Metal, junto a Abbath, que vendría después, me pareció todo un acierto y es que
los suizos son una de las bandas que en mi opinión podrían encabezar el moviente
europeo del estilo, revitalizándolo como bien están haciendo.
Tristemente me quede con ganas de disfrutar su música de
mejor manera, ya que no creo que la hora fuera la más idónea, como bien he
dicho antes, y espero tener la oportunidad de verles mejor en el futuro, ya que
sus discos me han gustado mucho. Muy recomendables para los que les gusta el
estilo, eso sí, abiertos de mente, no congelados del pasado.
Abbath
No soy muy proclive a realizar críticas negativas sobre un
concierto y la gente que me conoce sabe que suelo disfrutar con la mayor parte
de los conciertos a los que asisto. Pero por desgracia lo de Abbath en el Voa
no tiene perdón.
Cierto es que sus mejores momentos como músico, compositor e
incluso frontman pasaron hace ya algunos años, y es que además, tras su salida
de su banda de toda la vida, Immortal, pues no tiene mucho que ofrecer a la
escena.
Está claro que aún vive de su pasado y por eso lo incluyen
en los grandes festivales, pero me da que como siga con el mismo camino, no
terminaran en olvidarse de él. Y sobre todo si hace lo mismo que el sábado en
Corroios.
Tras las buenas sensaciones que nos dejaron Schammasch,
sabiendo hacer un buen show de Black Metal a la luz del día, uno de los padres
del estilo no fue capaz de lo mismo, haciendo un show carente de ritmo y sobre
todo soporífero.
Solo cuando le daba por rememorar a su banda madre y hacer
temas de los buenos tiempos, conseguía levantar un poco el ánimo del concierto,
y cuyo público no dejo de animar y vitorear a su ídolo, comportándose con más
clase que él.
Ciertamente sus temas nuevos no pasan el examen del directo,
o por lo menos tocados por esta banda, que todo sea dicho no tiene por dónde
cogerse. En un estilo donde la imagen tiene tanta importancia, en la banda
parece que cada uno va a su bola en este aspecto, sin ninguna uniformidad ni
buen gusto.
Siento decir todo esto, pero tuve en su momento la fortuna
de ver a Immortal en directo y esa banda impresionaba sobre el escenario, pero
esto de ahora no tiene nada que ver y siento decir que me pase la hora y cuarto
que dispuso deseando que acabara, porque no me había aburrido más en mucho
tiempo.
Una pena, ya que el nivel del festival estaba siendo de
sobresaliente y la actuación de Abbath y los suyos hizo que bajara mucho la
calidad. Casi sin aplaudir al final, esperamos que las dos bandas cabeceras nos
devolvieran el buen gusto por la música y el directo.
Paradise Lost
A pesar de haber sido incluidos en cartel tras la caída de
Anthrax, los veteranos Paradise Lost siempre son bien recibidos en cualquier
festival y es que parece que están viviendo una segunda juventud, tanto en
directo, como bien demostraron, como en el ámbito compositivo, con unos últimos
discos de gran calidad.
De hecho, lo que más me gusto de su actuación fue que era más
un concierto más de la gira de presentación de su enorme “The Plague Within”,
que un concierto de festival, llegando a tocar varios temas de este disco.
Creo que esta era la tercera o cuarta vez que veía a la
banda y ha sido la mejor. Ya de por si su actitud sobre el escenario es siempre
de banda experimentada, que sin moverse demasiado, sabe cómo llenarlo. Pero es
que además, se divierten sobre las tablas, y eso se nota al trasmitirlo al público.
Encima el setlist fue de diez, combinando de manera muy
acertada temas nuevos y antiguos, los más tranquilos con los más animados, los más
Doom con los más Death. Y es que tienen un fondo de catálogo para dar y
recibir. Y por supuesto, siempre se quedara alguna fuera, pero ves el listado y
te das cuenta que no sobra ninguna.
Otra pequeña sorpresa, es que no terminaron con “Say just Words”,
algo que parecía norma en los últimos años, eligiendo acertadamente como final “The
Last Time”. De hecho, algunos nos quedamos con cara de poker cuando tocaron “Say
just Words” a la hora de concierto,
sabiendo que aún quedaba media hora y se despidieron. Un cambio que ha sido
para mejor.
Lástima el sonido que tuvieron, el peor del festival, que en
ocasiones no nos dejaba escuchar la voz de Holmes, que está en una forma increíble,
sin parar de animar a la gente y con la voz en un estado envidiable.
Un grandísimo concierto de los ingleses, que demostraron que
siguen en la primera división de la escena y que les queda cuerda para rato. Y
yo que me alegro y mucho. De sobresaliente.
Kreator
Por desgracia el festival llegaba a su fin, aunque aún
quedaba la última traca, y es que los alemanes Kreator venían a demostrar
porque eran los cabezas de cartel del festival. Con todo el espectáculo, con
petardos y confeti y todos sus avíos.
Esta es otra de esas bandas que parece que la edad les ha
sentado muy bien, sacando grandes discos y con una forma en directo que más de
un banda joven le gustaría tener. Encima, están preparando nuevo disco, por lo
que nos ofrecieron un setlist con lo mejor de su carrera.
Con el señor Petrozza al frente, la formación lleva estable
ya unos cuantos años y eso se nota sobre el escenario, compenetrándose a las mil maravillas. Sobre todo no deja de
asombrarme su guitarra solista, el finlandés Sami Yli-Sirniö, que toca como si
fuera lo más fácil del mundo, pero siempre con una expresión de estar
disfrutando del concierto.
En este concierto es donde los amantes de los pogos y del crowdsurfing
disfrutaron más, levantando una polvareda enorme y volando sobre el público,
haciendo que los seguratas del foso no dieran a basto recogiendo a seguidores
dela banda. Incluso tuvimos un enorme Wall of Death, como debe ser.
Como he dicho, el setlist fue muy bien escogido, haciendo
sus mejores canciones. Que si, que seguro se dejaron esa que tanto nos gusta
fuera del concierto, pero tampoco se pegaron tres horas tocando, y en la hora y
media que dispusieron, los temas escogidos dieron para todos los gustos.
Me encanto que terminaran con su legendario “Betrayal”, y es
que las dos últimas veces que les vi, no lo tocaron y me sorprendió bastante,
por lo que representa y la tralla que tiene el tema.
La verdad es que nos quedamos más que satisfechos del
concierto de los teutones, que como siempre no fallan en concierto. Y así se lo
demostramos con el gran aplauso y las ovaciones que duraron unos minutos
mientras se despedían. El mejor show para terminar el festival.
Os puedo deicir que esta primera experiencia en el Voa es muy
satisfactoria. Un gran festival, con algún pequeño detalle que mejorar, pero
que en definitiva es una gran alternativa muy seria, económica y de calidad
para los que no podemos ir al centro de Europa.
La verdad es que me quedé con ganas de más y ya estoy
pensando en cuál será el cartel del año que viene. Porque seguramente repetiré.
Muito obrigado, Voa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario