Hace ya varios meses que teníamos señalada en nuestra agenda
la visita de los suecos Civil War y que a priori resultaba atractiva para el público
amante de los sonidos power metaleros de la última hornada. De hecho, esta
banda se formó a partir de la ruptura de buena parte de Sabaton, que se unieron
al vocalista de Astral Doors.
Para la gira por nuestro país, venían acompañados por dos
bandas procedentes de la península italiana, con un corte parecido en su
sonido, o eso pensábamos, y que bien podrían servir para calentar motores para
el cabeza de cartel.
A nuestra llegada a la sala nos encontramos con que el poder
de convocatoria de la banda pues no había sido suficiente para el público
sevillano y unas cincuenta personas nos encontrábamos dentro de la sala
esperando el inicio del show.
Ponerme a soltar un discurso sobre la asistencia a los
conciertos y buscar razones para la falta de ella, es redundante y creo que
sobra. Aunque como siempre, no faltaran excusas para justificar la falta de gente. Veo a la
misma gente siempre en los conciertos, incluso veo quienes van a los que
pueden. Ahora también es fácil saber quién no va a ninguno y luego se queja. A
cada cual con su religión.
A pesar de eso nos dispusimos a disfrutar, como siempre, de
la música en directo, que es lo que verdaderamente merece la pena de todo esto.
Perseus
Cuando unos párrafos más arriba he comentado que las bandas
que venían acompañando pensábamos que eran de un corte parecido a Civil War, lo
hacía en referencia a esta primera banda procedente de Brindisi.
Y es que al comenzar su actuación ya empecé a darme cuenta
que no era la típica banda de Power Metal, con ritmos trepidantes de batería y
voces agudas sin fin. Básicamente son más una banda de Heavy Rock, con algunos
momentos más rápidos.
Las melodías y los riffs de guitarra pegadizos eran la
tónica en sus temas, lo que hacía que sin querer, siguieras el ritmo de los
temas y una ceja se levantara casi imperceptiblemente, mostrando cierta
sorpresa por lo que estaba escuchando.
Sobre todo me sorprendió muy gratamente, la labor de su
vocalista, Antonio Abate, que demostró
durante su corto concierto, que tenía una gran variedad de registros vocales y
que además supo muy bien llevar la batuta del show.
La verdad es que me dejo bastante sorprendido la actuación
de la banda, con temas pegadizos, algunos de ellos con desarrollos algo más
elaborados y con un gran juego de guitarras, que unido a la voz de su cantante
daba un cocktel más que interesante.
Si empezó el show algo dubitativo, a medida que pasaban los
temas, la gente se fue animando y termino disfrutando mucho del show de los
italianos, participando activamente en el mismo, sobre todo cuando Antonio saco
su móvil y se puso a grabar al público.
Bueno show de esta banda italiana, que le dejó a todo el público
muy satisfechos con su buen hacer sobre el escenario y sus buenos temas con
gancho.
Dragonhammer
La siguiente banda en salir al escenario eran los también
italianos Dragonhammer, con una larga historia ya a sus espaldas y que
pertenecen a esa gran escuela del Power Metal italiano, con una alto dosis de épica
en su sonido, y podríamos decir que salidas a raíz del éxito de Rhapsody y
compañía.
Ya con su salida, me lleve una sorpresa al ver que su líder,
vocalista y guitarra Max Aguzzi no estaba sobre el escenario, informándome un
compañero de prensa que días antes de su gira española anuncio que no podría
hacerla por motivos personales. En su lugar la banda llamo a un amigo vocalista
Luca Micioni, voz en Infinita Symphonia, para hacer las labores vocales,
dejando el peso de las guitarras a Flavio Cicconi, el otro hacha de la banda.
La verdad es que a veces uno no puede estar al corriente de todo.
De todas formas, estaba claro que a pesar del hándicap,
tener un buen frontman sobre el escenario siempre es una gran elección, y así
lo demostró Luca, que estuvo en todo momento a un gran nivel, tanto vocal, como
en presencia, sacando galones y experiencia.
Debo confesar que el estilo de la banda no es de mis
favoritos, por lo menos hoy en día, y que hace ya tiempo que no escucho con
tanto detenimiento este tipo de música, salvo alguna cosa que se me presente
como algo que se salga de lo normal. En estos casos, siempre hago caso al público,
y en esto es que no falla.
Ciertamente, aunque poco, el público se entregó de principio
a fin al trabajo de la banda, que todo sea dicho, estuvo de sobresaliente sobre
el escenario, sin notarse, como bien he comentado, la falta de su líder, y
estando muy compenetrados con el vocalista temporal.
La verdad es que se les vio muy animados, está claro que la
sangre latina tiene mucho que ver, y tema tras tema, se ganaron al público,
cosa fácil, ciertamente, y también, a un servidor, que aunque no me vaya a
hacer ahora fan incondicional, sí que intentare seguirles la pista.
Por cierto, me encanto ver a los miembros de Perseus por el público,
disfrutando del concierto de sus compatriotas, algo que también hicieron ellos,
en el siguiente show.
Buen concierto de Dragonhammer, que sin su líder salieron
muy bien del paso, lo que por lógica da a entender, que con el seguro que serían
aun mejore. A ver si para la próxima puede ser.
Civil War
Las grandes estrellas de la noche eran los suecos Civil War,
que como bien hemos dicho y seguramente sepáis, son la mitad de los Sabaton de
sus primeros discos, junto al vocalista de Astral Doors.
Básicamente su música es muy pareja con sus bandas madres,
en general más influenciada por Sabaton, y con algunos ramalazos hardrockeros,
que a mi parecer son las distinción de esta banda con algunas de su estilo.
Los que me conocen bien, saben que no soy muy seguidor de
Sabaton, y claro, en los temas más parecidos pues no voy a negar que me
parecían un pequeño calco de su banda madre, y era en los que se salían de los cánones
donde más me sorprendían, y que para mí, daban un gran salto de calidad.
Diferente es hablar de la banda como músicos, y es que está
claro que la experiencia es un grado, y sobre el escenario lo demostraron con
creces. Buena puesta en escena, buenos movimientos, y aunque empezaron algo fríos
(son nórdicos) poco a poco se fueron animando y terminaron con una gran
sonrisa.
Nils Patrick Johansson, el enorme vocalista, además de
demostrar su grandísima y particular voz, también supo en todo momento llevar
el tempo del concierto y ser el perfecto frontman para animar al público y
dejar su buen hacer sobre el escenario.
El fin de concierto fue especial, ya que al ser el último
concierto de la gira, las dos bandas italianas subieron al escenario a cantar
con ellos un tema a modo de gran final de gira. Un buen punto.
La verdad, y sin ser santo de mi devoción, Civil War
demostraron sobre el escenario que son una gran banda, y sin importarles que
hubiéramos 50 o 100 dieron lo que veníamos a buscar, que era un gran concierto
y una gran banda.
Concierto muy completo y sinceramente, una gran noche de
Power/Heavy Metal, que a los amantes del género les habría encantado y no sé dónde
se metieron esa noche, porque se lo perdieron. Una pena.
Crónica y fotos: Augusto Arévalo.
Por supuesto, no puede dejar de darle las gracias a Kivents,
que a pesar de todo sigue apostando por traer buenas bandas a nuestro
territorio y a nuestra ciudad.
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