El pasado 3 de junio volvíamos a la localidad sevillana de
Los Palacios, para asistir a la que ya es segunda cita anual de asistencia
obligatoria en la citada urbe. Una cita
obligada para Baquetas y Púas, ya no solo por el cartel, sino porque como bien
se sabe, la organización es de matrícula de honor, hecho por una gente muy
entregada y con la única idea de poder hacer pasar un buen día a muchos y
muchas. Y además, por una buena causa. Y encima totalmente gratuito.
El cartel se presentaba más que apetitoso, con una gran
cantidad de bandas, con gran protagonismo para los sonidos Thrash, dejando algo
de hueco a otros estilos. Teníamos presencia internacional con los italianos
Alkoholizer, y gran calidad en las bandas nacionales, con los cada día más
geniales Trallery, el proyecto thrash de Dave Rotten, Holycide, o los ceutís
Inferno. Gordos pondrían la nota más Metal, y desde el sur tendríamos a Vianal
y a tres bandas jóvenes, Thunder Ace, Suika, Nuclear Antichrist y Seed of
Chaos.
Los conciertos empezaron bastante prontito, básicamente por
el gran número de bandas y casi con la comida en la boca (por cierto, un Menudo
con garbanzos por cuenta de la organización, que te ponía en órbita) teníamos
sobre el escenario a los jovencísimos Seed of Chaos.
Si no me fallan mis informaciones, era la primera vez que
tocaban en directo y ciertamente se notaba en alguno de sus miembros. Buenas
versiones, vistas desde un punto de vista particular, y sobre todo con muchas
ganas de estar ahí arriba. Personalmente me encanta ver a estas bandas que
empiezan, que son capaces de coger un tema y hacerle algo distinto, para que no
suene igual y tenga algo de originalidad. El resto de cosas ya irán llegando,
solo es cuestión de tiempo y trabajo. A seguir adelante.
Un pasito más adelante tendríamos a Nuclear Antichrist, ya
que se presentaban ya con temas propios y con bastante más desparpajo sobre las
tablas. Incluso dirigiéndose al respetable podrían dar una lección a más de una
banda de cómo hay que hacerlo sin parecer forzado. Curiosamente, esta labor la hacía
el bajista, dejando al voceras con su labor de cantar y moverse como si fuera
su ultimo día, porque eso si no para de hacer headbanging.
Temas contundentes con una buena base thrash, y algún que
otro apunto de death metal. Nuclear Antichrist han llegado fuerte a la escena
sevillana, y están haciendo algo que yo mismo aconsejo a las bandas, tocar
mucho, para ir cogiendo tablas y buen hacer sobre el escenario.
Desde Utrera llegaba, a mi parecer, una de los
descubrimientos del día, Suika. Difíciles de encasillar, por las múltiples
influencias que podía vislumbrar en su música. A medio camino entre el rock
potente y el Metal, con melodías, buenos riffs y un estilo sobre el escenario
bastante desenfadado, lo que me hacía preguntarme como podían llevar tan poco
tiempo como banda.
Creo que en general, el buen número de personas que
andábamos ya por el Amokafre, nos quedamos bastante satisfechos con lo que
vimos sobre el escenario en el tiempo que duro su actuación. Buenos temas y
buena actitud. Por supuesto, habrá que seguirlos de cerca, a ver por donde se
encaminan. Eso sí, no puedo dejar de decirlo, estaría muy fresquito, pero la
falda que me traía el vocalista no pegaba para nada con la banda. Es mi
opinión.
Casi sin parar y sin descanso, los siguientes en subirse
eran los locales Thunder Ace, que para mí ya son viejos conocidos. De hecho,
fue una de las bandas noveles que estuvieron en el primer Amokafre un año antes
y que hasta el momento más se ha movido en la escena.
Tengo la ventaja de haber podido contemplar su evolución en
este año y el salto de calidad ha sido brutal, pasando de hacer covers a
componer sus propios temas, con fuerza, estilo y feeling. Está claro que aún
tienen que encontrar su estilo particular, pero el camino que están haciendo es
el correcto. De hecho, ese mismo día tenían un buen ejemplo de cómo hacer las
cosas unas horas más tarde.
Como curiosidad, y está claro que no puedo dejar de
mencionarlo, durante su actuación tuvieron la colaboración de la pequeña Andrea
en la guitarra, hija de los organizadores del festival, y que con tan solo 12
años ya nos demuestra que la nuevas generaciones vienen pisando fuerte. A
seguir así.
La tarde continuaba en el Amokafre y los siguientes en subir
al escenario eran Vianal, banda de Grindcore de Jerez y que está formada por
músicos con experiencia dentro la escena y que básicamente tienen la banda para
pasarlo bien y eso es lo que consiguieron en el rato que estuvieron sobre el
escenario.
Grindcore tocado con “estilo” y sobre todo muy mala leche y
que provoco los primeros pogos entre el público, que sobre todo tenía ganas de
mucha caña. Y básicamente a esto se dedicaron Vianal, tirando de galones y
experiencia y acelerando el tema un poco, que había ganas.
Buen rato el que nos hicieron pasar los de Jerez y que sirvió
para seguir el ritmo del concierto, que aún nos quedaba bastante y bueno.
El momento más hard rockero y sobre todo, surrealista, vino
de la mano de los manchegos Gordos, que no es que sean muy a su nombre, bueno,
quizás el guitarrista sí, pero que tuvieron la genialidad de salir enfundados
en un triquini de color verde fosforito. Como estrategia es insuperable, ya que
desde el primer momento atrajeron la atención del público, y que terminaran
fijándose en lo importante, que es su música.
Porque que es que, además, tienen buenas canciones. La
verdad es que no sé cuáles serán sus inquietudes, y si lo de la imagen lo
llevarán hasta sus últimas consecuencias (ciertamente para el Amokafre les vino
muy bien estar así de fresquitos) pero en mi opinión tiene bastante calidad en
sus temas para no tener que llamar la atención con los triquinis. Oye, que si les mola, pues
adelante, ¿Quién soy yo para juzgarlos?
Además, la gente se divirtió de lo lindo, con un hard muy
fresco (valga la redundancia), muy directo y muy bien interpretado. Que bajara
la intensidad del sonido no fue sinónimo de bajar la intensidad del festival,
que siguió por todo lo alto, encarando su recta final.
Los siguientes eran ya conocidos en el lugar, habiendo
estado el pasado año en el segundo Palacio Metal Fest. Ya con su disco bajo el
brazo volvían a la ciudad y demostraron el porqué de volver. Esta vez ya con
dos guitarras, el sonido de la banda fue mucho más contundente y sobre todo con
mucha más fuerza.
En el tiempo que estuvieron les dio lugar a hacer unos
cuantos temas del disco, que editaron a finales del pasado año y que es la
prueba de que el tesón y el buen trabajo al final tiene sus frutos. El bueno
disco se vio plasmado sobre las tablas, con una banda sonando genial y sobre
todo muy compacta y engrasada.
Y claro, los pogos volvieron, incluido un wall of death, que
hizo las delicias del respetable, que no se dejó en la reserva y que disfruto
de todo el concierto, como si fuera el ultimo. Gran parte de la culpa de esto,
lo tuvo la banda, que supo hacerles llegar esa energía y contagiarla. Si ya me
gustaron hace un año y medio, esta vez me terminaron de convencer.
Ya con la noche sobre la localidad, volvían al escenario,
tras pocos meses, los mallorquines Trallery, que dejaron tan buena impresión en
el último Palacio Metal Fest, siendo uno de los triunfadores de esa edición.
¿Cómo es posible que en tan pocos meses hayan podido crecer
de manera tan brutal? Porque si en marzo eran buenos, es que en este Amokafre
se salieron, literalmente. Y es que desde el primer momento se pusieron manos a
la obra y a reventar el festival.
Si ya de por sí, los temas son buenos, con la actitud y la
calidad que les aportan en el escenario, me siento muy libre de decir que
estamos ante la banda que estará en primera línea de la escena Thrash de esta
país en muy pocos años.
Y es que además, tienen una buena legión de seguidores en
esta zona, y que casi llenaron el Amokafre para verles a ellos y que se lo
pasaron de lo lindo, y que no dejaron de corear, hacer pogos durante todo el
concierto. Por supuesto, el concierto estuvo basado en su última obra, con
alguna presencia del primero y por supuesto no podía faltar su versión de
Metallica.
Lo dicho, vuelta a la ciudad y nuevo triunfo de esta joven
banda, que en los próximo años lo petaran a nivel nacional, seguro. Por cierto,
que algunas voces ya están preguntando cuándo volverán por Sevilla.
Tras el conciertazo de los mallorquines, la papeleta que se
les venía a los italianos Alkoholizer era bastante difícil. Y debo decir en su
favor que se salieron del pellejo para hacer un gran concierto y así fue. Pero sería
que lo de antes fue tan inmenso, que mi sensación no fue tan eufórica como el
de otr@s asistentes al festival.
Bueno, posiblemente se me malentienda, pero es mi opinión.
Alkoholizer son una gran banda, buenos músicos y tiene buenas canciones, pero
en mi opinión, las bandas nacionales que lo secundaban eran algo mejores de
nivel, y por desgracia se encontraron no solo con lo que le precedió, sino también
con lo que vino después.
De todas formas, su Thrash Metal directo, muy del estilo de
bandas de la bahía como Anthrax nos hizo pasar un muy buen rato y sobre todo su
actitud sobre el escenario, desenfadada y siempre con una sonrisa en la cara.
El problema de estos festivales es que hay bandas que lo
hacen mejores que otras y Trallery y Holycide estuvieron por encima el resto, y
con diferencia.
A pesar de la hora a la que salieron, Holycide, el proyecto más
Thrash de Dave Rotten, y que bastante gente se había retirado, eso no les
amedrento y salieron desde el primer momento a darlo todo.
Ya sabemos de lo que es capaz el señor Rotten, y está claro
que esta vez no iba a ser distinta. Con un tono de voz distinto, claro está,
pero con la misma actitud de siempre, y muy bien secundado por el resto de la
banda, que se marcó un concierto muy completo.
La banda tiene buenas canciones y eso se nota en el
escenario, que les hace más fácil llegar al público. Thrash Metal aderezado con
pinceladas de Death, buenas melodías y solos, para una buena combinación que
les hace tener mucha calidad.
Me había gustado el disco cuando lo escuché. Una vez vistos
en directo, aun mejoran lo anterior, haciendo las canciones mejores y con un
punto más de agresividad y contundencia. Ciertamente la hora y sobre todo la acumulación
de conciertos, no era la oportunidad más idónea para dejar buenas sensaciones,
pero lo consiguieron, conmigo personalmente, y creo que con el público en
general también. La ovación del final no fue gratuita, eso seguro.
Una nueva edición del Amokafre llegaba a su fin, y la conclusión
es que se han vuelto a superar en la organización. Nos hacen sentirnos como en nuestra
casa, con buenas bandas y sobre todo buen rollo. Además, con una iniciativa
solidaria, que volvió a ser todo un éxito. Dar las gracias a todas esas
personas que se dejan el alma para que dos veces al año hagamos de Los Palacios
nuestra casa y no queramos irnos. Nos vemos en el próximo Amokafre y por
supuesto en el próximo Palacio Metal Fest.
Crónica y fotos: Augusto Arévalo.
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