miércoles, 29 de agosto de 2018

Scape Land – Evil Mind Pieces


Pues ya tenemos el segundo disco de los gaditanos (Chiclana de la Frontera) Scape Land en nuestras manos, y si con su primera obra ya sorprendieron, con esta no han dejado de hacerlo. Básicamente han cogido lo que tenían y le han dado una nueva vuelta, depurando su sonido y dándole la madurez y exquisitez que haría falta para una segunda entrega.

Habré escuchado el disco unas diez veces en el último mes, y no voy  a mentir si digo que me he pasado todos estos días intentado recordar a que banda me estaba recordando el estilo, salvando las distancias, por supuesto. Y la respuesta me la ha dado su vocalista, Iván, y su forma de cantar.
Ciertamente, este es uno de los alicientes del disco y el centro de todos los oídos, demostrando durante todo el disco, su versatilidad y los diferentes registros que posee en sus cuerdas vocales. Y aunque muchos y muchas dirán que tiene unos guturales sensacionales, prefiero quedarme con su voz limpia. Y es que durante todo el disco demuestra en estas tesituras lo sensacional vocalista que es. De hecho, y siendo solo una preferencia, a veces creo que mete demasiados guturales en detrimento de ese torrente de voz, donde no falta emotividad y melodía.
Está claro que no está solo en esto y el trabajo de  Diego a la guitarra, y la base rítmica formada por Josema al bajo y Adrián a batería, es insustituible durante todo el disco.
Pero si hay algo que marca este disco, son sus composiciones. Decir que son directas y complejas al mismo tiempo puede sonar a paradoja, pero  para nada es así. Son directas porque te llegan a la primera escucha. De hecho eso es lo que pasa con el disco, te da frente desde el principio. Pero al mismo tiempo, el nivel de complejidad y de  influencias que nos encontramos es bárbaro.
Hay Thrash, hay Death Metal, Progresivo (por supuesto), Heavy Metal, incluso hay momentos que podríamos catalogar de Hard Rock. Riffs pegadizos y estribillos melódicos son la base de los temas, que hacen un disco, que incluso en su duración me parece perfecto, no demasiado largo para no cansar.
Abren el disco con el tema que da la mitad del título al mismo, “Evil” y donde sientan las bases de la obra. Un riff potente para introducir la canción, con un cuerpo del tema con un amplio  desarrollo y culminarlo con un estribillo melódico y pegadizo. Perfecto tema para comenzar los conciertos.
“Take´em out” es un tema más pesado con el anterior, aunque tiene un desarrollo parecido, repleto de guturales en su cuerpo, pero con un estribillo melódico. Un tema con un ritmo trepidante y varios cambios de ritmo que lo hacen al mismo tiempo muy progresivo.
“I Am” resulta una canción algo más heavy, por su parte instrumental, ya que los guturales siguen presentes, y en este caso muy bien colocados, intercalándolos muy bien con las voces melódicas.
“Crazy” comienza con algo muy diferente a su título, pausadamente en su introducción, para romper con un riff matador y que debería ser un seguro de headbanging en los conciertos. Por cierto, en el estribillo de este tema, la forma de cantar de Iván y su voz me recuerda muchísimo al señor Ozzy Osbourne. Este debe ser de los obligatorios en directo.
Debo confesar que cuando comencé a escuchar “God´s Love” pensé, “joder, una balada??” . Y de hecho, el primer minuto y medio es así. Pero entonces estalla en un torrente de energía. Un tema progresivo a mas no poder y no voy  a negar que es mi favorito.
“Don´t Break me up” comienza también con tranquilidad, casi calcada a la anterior, aunque en este caso va aumentando su ritmo progresivamente. Es un tema muy Metal, yo diría incluso que con mucha influencia maidenesca.

“Breath” es una pequeña pieza instrumental que da paso a “Alive”. Este vuelve a comenzar de manera lenta a modo introductorio y despegar a continuación. Un tema con muchas reminiscencias hacia bandas de tipo Trivium, Metal actual.
El disco termina con el otro tema que da título al disco “Mind Pieces” y que continúa la estructura del resto del álbum. Igual es un tema algo más pausado, pero no carente de fuerza y calidad. Perfecto colofón a la obra.
Hay una banda canadiense, algo parada desde hace años, Into Eternity, que en su momento se catalogó de Death Metal Progresivo. Seguro que es una coincidencia, pero precisamente es a esta banda a la que me recuerda este gran disco. El detalle es que en esta banda militó el actual vocalista de Iced Earth, Stu Block, y que precisamente era capaz de cambiar su registro de guturales a melódicos a su antojo. Al igual que Iván. Temas muy elaborados y progresivos y voces variadas.
No me quiero olvidar de hacer una especial mención al sonido inmejorable de todo el disco, nítido y con todos sus elementos perfectamente mezclados.
En definitiva, un disco que le debería servir a la banda para darse más a conocer, por lo menos en nuestro territorio, ya que tienen esa calidad para hacerlo.  Además, se me ha quedado la sensación de que aún tienen más guardado bajo la chistera y aunque es muy prematuro, me pregunto que serán capaces de hacer en el próximo.

Augusto Arévalo



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