VIERNES
Al fin llegó el día, ¡¡¡al fin llegaba la tan esperada
vuelta del Madrid is the Dark!!! Para quien no lo conozcáis, es un pequeño
festival que alberga la música metal más oscura, desde el death o el black al
doom más tenebroso. Y por este último es por el que la mayoría de asistentes
acuden, es el lugar donde encontrar lo que raramente encontrarás en algún otro
sitio en nuestro país. El festival ya había traído a nuestro país a grandes
nombres de los estilos más oscuros, tales como: Saturnus, November’s Doom,
Swallow the Sun, Katatonia y un largo etc., lo que le dio una gran repercusión
al festival en su momento y lo llevó a crearse adeptos, tantos, que este año el
festival disfrutó del completo sold out ambas noches.
Este año comenzaba la edición con una de mis bandas
favoritas del cartel: Helevorn, desde Mallorca, una banda que ya había formado
parte del festival en una de sus anteriores ediciones y que raramente vemos por
la península. Pues desde las islas, nos traían el mejor doom death del país,
con letras desgarradoras y melodías contundentes, dejaban atónitos a todos los
que allí nos encontrábamos. Con una de las mejores voces de todo el festival,
Josep nos dejaba embobados con sus tonos graves y el manejo de su voz, tanto
gutural y no gutural, que ejecutaba a la perfección. Gracias a uno de sus
comentarios, pudimos comprobar que la sala estaba repleta de foráneos y pocos
madrileños, lo que demuestra que no sólo en las grandes ciudades hay adictos a
las melodías más oscuras.
Le seguirían los holandeses Phlebomotomized que a pesar de
tener un único álbum de 1997, tenían a bastantes fans esperándole entre el
público. La verdad es que no tuvieron un buen sonido, hecho que se repetiría
durante toda la noche desde entonces. Igualmente, es un grupo que,
personalmente, no me sorprendió ni me aportaron nada nuevo.
Los siguientes en aparecer en el escenario fueron los
ingleses 40 Watt Sun que sustituían a los esperados In the Woods, que dieron a
luz hace pocos meses a su último álbum Pure.
Personalmente, tenía muchísimas ganas de ver a In the Woods en directo, pero
los problemas de salud de su batería finalmente no remitieron a tiempo para el
festival, por lo que se vieron forzados a cancelar. ¡Pero los 40 Watt Sun se marcaron
un bolazo de mucho cuidao! Una banda muy relajante y mística, aburrida para
muchos seguramente, pero sus melodías y la voz de Patrick Walker son totalmente
hipnotizantes. ¡100% recomendados!
Otra de las actuaciones más esperadas del día era la de Ereb
Altor con su set dedicado a Bathory. Un concierto increíble con el que
consiguieron trasladarnos a aquellos tiempos en los que el viking que conocemos
actualmente nacía de la mano de un artista de la talla de
Ace Börje Forsberg, o Quorthon como todos le conocimos, que por desgracia nos
abandonaba allá por 2004. Una hora y pico muy emotiva que emocionó y animó a
los seguidores del estilo que allí nos encontrábamos.
Otro bolo muy esperado era el de Shape of Despair. Los
fineses nos traían un espectáculo con su mejor doom metal atmosférico que nos
mantuvo a todos embobados durante toda su actuación. Melodías contundentes las
que encontrábamos en los temas de todos sus álbumes que nos iban presentando,
aunque especialmente temas de su último álbum Monotony Fields que sacaban el pasado 2015 y que recomiendo
totalmente si os interesa el estilo.
Finalmente, cerraban la noche, los también muy esperados,
aunque no por mí, Samael. Los suizos llegaban al Madrid is the Dark con un set
especial en el que tocaban en su integridad su Ceremony of Opposites que salía allá por 1994 y que hizo las
delicias de sus seguidores. Un espectáculo de luces dejaba atónitos a los
espectadores que se entregaban a cada una de las canciones, a pesar de la mala
calidad del sonido que ya venía fastidiando los demás bolos, pero este en
especial, ya que los estridentes tonos de sus canciones resultaban
desagradables por el excesivo volumen. Una vez finalizado el set de Ceremony of Opposites, gran parte del
público abandonaba la sala, ya que la banda comenzaba a entonar sus temas más
electrónicos y diferentes de su última época, que no parecía tan a gusto del
público.
SÁBADO
Tras el intenso día del viernes, llegaba una segunda jornada
muy interesante para mí, cargada de bandas que esperaba con ansia.
De nuevo, unos nacionales, esta vez desde la capital,
comenzaban la jornada: Famished God, liderados por Dave Rotten, más conocido
por ser vocalista de Avulsed. Un doom muy oscuro sin nada especial, desde mi
más humilde punto de vista. Un bolo lineal, sin puntos fuertes, en los que
primaba la vestimenta y “puesta en escena”.
Llegaba el turno, de nuevo, de Ereb Altor, que esta vez
presentaban su propio setlist. Esta vez salían a escena con sus habituales
pinturas de guerra y sus muñequeras de cuero, pero con la misma o más fuerza
que en la jornada anterior. La banda se encuentra en plena promoción de su
último álbum Blot · Ilt · Taut que vio la luz hace
escasos meses. La banda presenta un juego de voces muy bien ejecutadas entre su
vocalista y guitarra Mats y su otro guitarrista Ragnar. Los suecos levantaron
por completo al público, dejándonos a más de uno boquiabiertos con su,
denominado por ellos mismos, ‘serious viking metal’. Otro bolo de 10 de los
suecos que os recomiendo por completo.
Al fin, llegaban mis italianos favoritos: Novembre llegaban
a España tras más de una década sin actuar en nuestro país. Presentando su nuevo
disco Ursa, álbum inmejorable, por cierto; salían al escenario del Madrid is
the Dark donde bastante gente les esperaba con muchas ganas. Un bolo muy corto,
al menos para aquellos que deseábamos tanto verles, pero lleno de temazos
indispensables de sus antiguos discos: Nostalgiaplatz,
Cold Blue Steel o Bremen, pero también grandes temas de su
último disco, como: Annoluce o Umana. Espero que la espera de su vuelta
a nuestro país no sea tan larga esta vez.
Quizás una de las
bandas que más gente atrajo a esta edición del Madrid is the Dark fue Ahab. Los
alemanes que dedican sus canciones a la gran obra de Melvin: Moby Dick, tiene
un gran número de adeptos en nuestro país, entre los que me incluyo, y
esperábamos con ansia poder escuchar sus temas en directo. “Muy aburridos en
directo” decían… uno de los bolos más hipnotizantes e intensos, en el buen
sentido de la palabra, que he vivido en mi vida, y creo que he visto unos
cuantos. Mantenían la atención del público canción tras canción, porque la
contundencia, brutalidad y perfecta ejecución de sus músicos era… pues eso,
¡hipnotizante! No faltaron sus grandes temas como The Hunt, Deliverance, o
mi más favorita canción: Antarctica the
Polymorphess. ¡Sobresaliente!
Draconian llegaban al
festival para aportar el toque gótico y la única voz femenina. Los suecos
venían presentando su nuevo álbum Sovran totalmente
fiel al sonido de sus anteriores trabajos, todos llenos de fuerza y
sentimiento, que hicieron que la Changó desbordara aquella noche. Además
“estrenaban” a su vocalista femenina, la sudafricana Heike Langhans, que a pesar de estar en la
banda desde 2012, su primera grabación con Draconian fue su último disco. Al
igual que las demás bandas, nos presentaron temas indispensables de su
discografía: The Cry of Silence o Heaven Laid in Tears, y un gran número
de temas de su último disco, entre los que personalmente destaco: Pale Tortured Blue o Dishearten.
Los míticos Tiamat
cerraban el festival que no podría haber transcurrido de mejor manera. La sala
estaba a reventar cuando los suecos saltaban al escenario, posiblemente el
momento de más lleno del festival, aunque durante todo el sábado ya fue
complicado acercarse al escenario. La gente se agolpaba para poder ver con
claridad a la banda, esta vez el sonido era impecable y los suecos lo daban
todo ante su público. Si es cierto que la banda llegaba con sustitutos de sus
principales músicos, imaginamos que se encontrarían en su mayoría ocupados con
sus otras bandas, como puede ser el caso de Roger
Öjersson, guitarrista de Katatonia.
En definitiva, un
festival no de 10, ¡de 15! Una organización impecable, horarios respetados por
completo, bandas increíbles… ¿qué más podríamos pedirle a un festival de estas
características? Que vuelva el año que viene, y el próximo, y el próximo…
Crónica: Tatiana Artacho
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