miércoles, 6 de enero de 2016

Black Desert – The road is open

Como bien anuncie al inaugurar este blog, la intención era darle especial atención a las bandas de la escena local, regional y nacional, siempre con la predilección por bandas que podríamos denominar underground o menos conocidas.
En esta segunda review, nos haremos eco del lanzamiento de una banda riojana, Black Desert, el segundo de su carrera y que como tantas bandas de nuestro país intenta hacerse un hueco en esta escena nacional tan difícil.

La banda bebe de diversas influencias, aunque es fácil escuchar entre ellas una buena parte de los italianos Lacuna Coil, sobre todo en la base rítmica tan potente y principalmente en la forma de cantar de su vocalista, muy del estilo de la italiana, con mucha garra. Sin olvidarnos de las grandes bandas de Sinfónico, al estilo de Nightwish, Whitin o incluso Leaves Eyes.
Debo confesar que en las primeras escuchas el disco se me hizo algo raro, y que fue gustándome a medida que lo iba escuchando. Hasta el punto de pensar que parecía estructurado a conciencia para ir de menos a más.
Pero poco a poco me he ido dando cuenta que para nada es así. Desde el primer momento la banda lo da todo, en cuanto a composición e interpretación. Cierto es, que tampoco vamos a encontrarnos un álbum plagado de virtuosismo, dudo mucho que Black Desert busquen eso, pero a fin de cuentas, se pueden hacer buenos temas, pero si luego falla la interpretación, mal vamos.
En cuanto a la producción me parece más que correcta, y aunque en algunos momentos me parece que las guitarras están algo bajas con respecto a los teclados, aunque esto es solo una cuestión de gustos. Por otro lado, me ha encantado el sonido de la batería, dándole un tono muy contundente que le viene muy bien a la banda.
El disco se inicia con el tema “Demonios”, que fue el que en un principio no me terminaba de convencer, supongo que porque puede ser el más comercial del disco, pero que al final me parece perfecto abrir el CD. Curioso que el último estribillo sea en castellano.
Con “Red hour”, continúan mostrándonos su sonido y empezamos ya a atisbar la buena calidad del disco, con un solo de guitarra perfecto para el tema, muy melódico y emotivo, al igual que el estribillo cantado por Isabel, lleno de fuerza y emotividad.
Un comienzo atronador con protagonismo de la batería nos introduce en Bells, que mantiene la tónica de los dos primeros temas y donde cada vez es más evidente la fuerza y energía de la voz de Isabel. Sobre todo como han sido capaces de hacer que voz  y música estén totalmente encajados.
Y digo esto, porque es uno de los problemas más comunes en muchas bandas es que la voz y la música parece que van cada uno por su lado y falla la unión entre las dos partes. En el caso de Black Desert os aseguro que no es así.

“Something real” cambia algo la tónica, resultando más sinfónica, con especial protagonismo de los teclados y las orquestaciones, con la siempre omnipresente voz de Isabel, que lleva el ritmo del tema, acompañando a las melodías del tema de forma efectiva.
Llegamos al ecuador del disco y nos encontramos con el tema más largo y al mismo tiempo más lento. La segunda parte de “Dreams of Glycerine” resulta un medio tiempo, con pasajes muy melódicos, muy jazzísticos, y donde las guitarras adquieren mucho protagonismo, tanto en la parte rítmica como en las melodías. Y sobre todo en él solo, muy melódico, pero genial y que completa el tema a la perfección enlazando con el final a piano, completando uno de los mejores temas del disco.
Y digo de los mejores, porque para mí el mejor es el siguiente, “64 bones”, donde colabora la vocalista de [IN MUTE], Steffi García, aportando sus guturales. Y es que personalmente me encantan los temas donde se mezclan voces graves y voces limpias.
Además creo que el tema tiene el equilibrio perfecto entre fuerza, garra, melodía y sentimiento. Para mí es un tema completo. Prueba de ello es que la han elegido como videoclip y primer single del disco.
Unos acordes arabescos nos introducen el tema título del álbum, “The road is open”, con unas armonías muy maidenescas, aunque solo como introducción, convirtiéndose en un tema con sonido más actual. Las guitarras vuelven a tener protagonismo, contundentes y crudas, con el teclado en segundo plano. Un tema perfecto para el directo.
El álbum se cierra con “Seduced by the sand”, un tema pesado y contundente. Puede parecer reiterativo, pero vuelve a lucir la voz de Isabel, con mucha fuerza y melodía en varias partes. El estribillo es pegadizo y directo, dándole el toque definitivo al tema. La parte central está marcada por los  teclados que enlazan con una parte muy progresiva, ensamblando el tema hacia el final.
Curiosidad final, que cuando parece que ha terminado el disco  tras unos momentos de silencio, una guitarra española le da el perfecto fin a modo de outro.
Estamos ante un muy buen disco, otro más que pone de manifiesto que en nuestro país se hace muy buena música, con bandas que no son tan conocidas como otras y que si les diéramos algo más apoyo podrían llegar muy lejos.
Una manera genial de empezar el año nuevo, con un disco que te deja tan satisfecho y con muchas ganas de verles en directo.
Canciones:
1.       Demonios
2.       Red hour
3.       Bells
4.       Something real
5.       Dreams of Glycerine (part II)
6.       64 bones
7.       The road is open
8.       Seduced by the sand
Formación:
·         Isabel Bermejo – Voz
·         Angel Aguera – Guitarra
·         Claudio Navo – Guitarra
·         Gabriel Valcazar – Bajo
·         Pablo Binda – Batería
·         Luisma Hernandez – Teclados
Yarhibol Records/The Rock Station – 2015 -8,5/10






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