martes, 12 de julio de 2016

Joe Satriani – Sala Custom – Sevilla – 08/07/2016

En el caluroso verano del sur de nuestro país, teníamos una fecha señalada en nuestro calendario, sobre todo para músicos, estudiosos y grandes frikis de la música. El virtuoso y sensacional guitarrista y multi instrumentista Joe Satriani, visitaba la capital hispalense.

El músico americano venia presentando su última obra de estudio “Shockwave supernova”, un nuevo capítulo en su prolífica obra y que como es habitual no decrece en creatividad y virtuosismo.
A nuestra llegada, a media hora del comienzo, la sala presentaba una media entrada de la sala, lo que podía presagiar que no iba a ser un concierto multitudinario, algo que la verdad, no habría sido una buena señal para el futuro de los conciertos en nuestra ciudad. Afortunadamente, al comienzo de la actuación, la sala ya está casi completamente llena y aunque no hubo sold out, sí que podríamos decir que el concierto fue un auténtico éxito.
Con una puntualidad británica, y tras escuchar a modo de introducción uno de los grandes temas del maestro Hendrix, se apagaron las luces y la banda apareció sobre el escenario muy tranquilamente mientras saludaban al público que rompía en aplausos.

Cinco segundos después comenzaban los primeros acordes del tema que abre su nuevo disco y que le da nombre. En estos primeros compases, me vais a perdonar que no pudiera fijarme demasiado en muchos detalles, ya que un servidor se encontraba haciendo fotos, pero lo que si me quedo claro fue la cercanía de Satriani con su público y sobre todo la complicidad con su banda y que se lo pasan en grande sobre el escenario.
Con un par de temas clásicos como “Flying in a blue dream” y “Ice 9” ya tenía al público en su bolsillo, mientras con repartía sonrisas y buen rollo entre el público. Ciertamente lo que más me sorprende de este guitarrista es la facilidad con la que da la sensación que toca la guitarra, y al mismo tiempo con un feeling que es un claro ejemplo de su amor a la guitarra y el virtuosismo innato que tiene.
Pero es que el resto de la banda no se queda atrás, que prácticamente hacen lo mismo, como el bajista Brian Beller, que parecía que estaba en el salón de su casa mientras tocaba su instrumento como quien no quiere la cosa y por supuesto interactuaba con el público con multitud de muecas y sonrisas.

Los temas iban cayendo uno tras otro, con especial protagonismo a su nuevo disco, ya que Satriani es de los que cuando hace una gira de su nuevo disco, lo presenta en condiciones, y de hecho sonaron hasta ocho cortes del  mismo. Y es que para que  engañarnos, sus discos son una maravilla. Si, posiblemente no llegue a alcanzar la majestuosidad de sus clásicos, pero la clase no hay quien se la niegue.
Por supuesto, tampoco dejo de lado los clásicos, incluso temas que va rescatando y volviendo a tocar, como el “controvertido” “If I could fly”, o la primigenia “Not of this earth”, que sonaron geniales y culminaron por sorpresa con “Summer song” para cerrar una primera parte del show que se había pasado volando. Digo lo de sorpresa, porque este tema por lo general los estaba usando como despedida y ahora lo ha colocado en medio del show.
La segunda parte del concierto comenzó con el genial solo de batería del gran Marco Minnemann. Es increíble lo de este batería, como toca los parches con una facilidad pasmosa y como nos dio una lección de cómo marcarse un solo lleno de maestría, sin abusar tanto de los dobles bombos, cosa muy común entre los baterías de metal, y sobre todo sin parar de sonreír en ningún momento.
El show continuaba su camino, con un Satriani, que además nos dejó ver una buena colección de guitarras y que seguía repartiendo sonrisas y muchas púas.

El último miembro de la banda, y el más veterano, Mike Keneally, también tuvo su momento para él con un solo de teclado, corto pero muy efectivo, aunque ya nos había dejado muestras de su maestría también con la guitarra, llegando a incluso a tener un pequeño pique con el mismo Satriani.
Uno de los momentos cumbre del show fue con la inmortal “Alway with you, always with me”, que da igual que pasen los años, que siempre me seguirá poniendo los pelos como escarpias. Momento para el sentimiento y el disfrute.
Dos temas más para despedir la presentación del último álbum y encarábamos la parte final del show con los grandes clásicos, comenzando con el grandísimo “Satch boogie” que sirvió además como primera despedida para salir unos minutos del escenario.

Volvieron para encarar los bises con “Big bad moon”, con el propio Satriani a las voces y también a la armónica, demostrando su virtuosismo también en este instrumento. Por supuesto, el gran final no podía dejar de ser para “Surfing with the alien”, que es curioso que en directo siempre suena algo más rápido que en  estudio, pero que no le quita para nada excelencia.
Un final, que no por esperado, dejo ser extraordinario, y como siempre tocando la majestuosidad. Ciertamente, y esto os lo dice alguien que no es muy música instrumental, el concierto se me hizo demasiado  corto y eso que fueron más de dos horas de show, y es que ante tal derroche de maestría y buen rollo, siempre todo se hace más disfrutable, incluso para los profanos.
Solo pudo terminar esta crónica diciendo que la noche no podía haber sido de otra manera, con todo de cara para que fuera uno de los grandes shows del año en la capital hispalense. La visita de Satriani fue todo un éxito y esperemos que en los futuros conciertos en la ciudad continua esta tónica y que por supuesto, el maestro de la guitarra vuelva a visitarnos pronto, ya que aquí tiene una buena legión de seguidores.

Crónica y fotos: Augusto Arévalo.

No quiero terminar esta crónica sin darle las gracias a Riff Music y Sala Custom, por darme la oportunidad de cubrir el evento.



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