lunes, 3 de julio de 2017

Amokafre Rock 2017

El pasado 3 de junio volvíamos a la localidad sevillana de Los Palacios, para asistir a la que ya es segunda cita anual de asistencia obligatoria en la citada urbe.  Una cita obligada para Baquetas y Púas, ya no solo por el cartel, sino porque como bien se sabe, la organización es de matrícula de honor, hecho por una gente muy entregada y con la única idea de poder hacer pasar un buen día a muchos y muchas. Y además, por una buena causa. Y encima totalmente gratuito.
El cartel se presentaba más que apetitoso, con una gran cantidad de bandas, con gran protagonismo para los sonidos Thrash, dejando algo de hueco a otros estilos. Teníamos presencia internacional con los italianos Alkoholizer, y gran calidad en las bandas nacionales, con los cada día más geniales Trallery, el proyecto thrash de Dave Rotten, Holycide, o los ceutís Inferno. Gordos pondrían la nota más Metal, y desde el sur tendríamos a Vianal y a tres bandas jóvenes, Thunder Ace, Suika, Nuclear Antichrist y Seed of Chaos.

Los conciertos empezaron bastante prontito, básicamente por el gran número de bandas y casi con la comida en la boca (por cierto, un Menudo con garbanzos por cuenta de la organización, que te ponía en órbita) teníamos sobre el escenario a los jovencísimos Seed of Chaos.
Si no me fallan mis informaciones, era la primera vez que tocaban en directo y ciertamente se notaba en alguno de sus miembros. Buenas versiones, vistas desde un punto de vista particular, y sobre todo con muchas ganas de estar ahí arriba. Personalmente me encanta ver a estas bandas que empiezan, que son capaces de coger un tema y hacerle algo distinto, para que no suene igual y tenga algo de originalidad. El resto de cosas ya irán llegando, solo es cuestión de tiempo y trabajo. A seguir adelante.
Un pasito más adelante tendríamos a Nuclear Antichrist, ya que se presentaban ya con temas propios y con bastante más desparpajo sobre las tablas. Incluso dirigiéndose al respetable podrían dar una lección a más de una banda de cómo hay que hacerlo sin parecer forzado. Curiosamente, esta labor la hacía el bajista, dejando al voceras con su labor de cantar y moverse como si fuera su ultimo día, porque eso si no para de hacer headbanging.
Temas contundentes con una buena base thrash, y algún que otro apunto de death metal. Nuclear Antichrist han llegado fuerte a la escena sevillana, y están haciendo algo que yo mismo aconsejo a las bandas, tocar mucho, para ir cogiendo tablas y buen hacer sobre el escenario.
Desde Utrera llegaba, a mi parecer, una de los descubrimientos del día, Suika. Difíciles de encasillar, por las múltiples influencias que podía vislumbrar en su música. A medio camino entre el rock potente y el Metal, con melodías, buenos riffs y un estilo sobre el escenario bastante desenfadado, lo que me hacía preguntarme como podían llevar tan poco tiempo como banda.
Creo que en general, el buen número de personas que andábamos ya por el Amokafre, nos quedamos bastante satisfechos con lo que vimos sobre el escenario en el tiempo que duro su actuación. Buenos temas y buena actitud. Por supuesto, habrá que seguirlos de cerca, a ver por donde se encaminan. Eso sí, no puedo dejar de decirlo, estaría muy fresquito, pero la falda que me traía el vocalista no pegaba para nada con la banda. Es mi opinión.

Casi sin parar y sin descanso, los siguientes en subirse eran los locales Thunder Ace, que para mí ya son viejos conocidos. De hecho, fue una de las bandas noveles que estuvieron en el primer Amokafre un año antes y que hasta el momento más se ha movido en la escena.
Tengo la ventaja de haber podido contemplar su evolución en este año y el salto de calidad ha sido brutal, pasando de hacer covers a componer sus propios temas, con fuerza, estilo y feeling. Está claro que aún tienen que encontrar su estilo particular, pero el camino que están haciendo es el correcto. De hecho, ese mismo día tenían un buen ejemplo de cómo hacer las cosas unas horas más tarde.
Como curiosidad, y está claro que no puedo dejar de mencionarlo, durante su actuación tuvieron la colaboración de la pequeña Andrea en la guitarra, hija de los organizadores del festival, y que con tan solo 12 años ya nos demuestra que la nuevas generaciones vienen pisando fuerte. A seguir así.
La tarde continuaba en el Amokafre y los siguientes en subir al escenario eran Vianal, banda de Grindcore de Jerez y que está formada por músicos con experiencia dentro la escena y que básicamente tienen la banda para pasarlo bien y eso es lo que consiguieron en el rato que estuvieron sobre el escenario.
Grindcore tocado con “estilo” y sobre todo muy mala leche y que provoco los primeros pogos entre el público, que sobre todo tenía ganas de mucha caña. Y básicamente a esto se dedicaron Vianal, tirando de galones y experiencia y acelerando el tema un poco, que había ganas.
Buen rato el que nos hicieron pasar los de Jerez y que sirvió para seguir el ritmo del concierto, que aún nos quedaba bastante y bueno.
El momento más hard rockero y sobre todo, surrealista, vino de la mano de los manchegos Gordos, que no es que sean muy a su nombre, bueno, quizás el guitarrista sí, pero que tuvieron la genialidad de salir enfundados en un triquini de color verde fosforito. Como estrategia es insuperable, ya que desde el primer momento atrajeron la atención del público, y que terminaran fijándose en lo importante, que es su música.

Porque que es que, además, tienen buenas canciones. La verdad es que no sé cuáles serán sus inquietudes, y si lo de la imagen lo llevarán hasta sus últimas consecuencias (ciertamente para el Amokafre les vino muy bien estar así de fresquitos) pero en mi opinión tiene bastante calidad en sus temas para no tener que llamar la atención con los  triquinis. Oye, que si les mola, pues adelante, ¿Quién soy yo para juzgarlos?
Además, la gente se divirtió de lo lindo, con un hard muy fresco (valga la redundancia), muy directo y muy bien interpretado. Que bajara la intensidad del sonido no fue sinónimo de bajar la intensidad del festival, que siguió por todo lo alto, encarando su recta final.
Los siguientes eran ya conocidos en el lugar, habiendo estado el pasado año en el segundo Palacio Metal Fest. Ya con su disco bajo el brazo volvían a la ciudad y demostraron el porqué de volver. Esta vez ya con dos guitarras, el sonido de la banda fue mucho más contundente y sobre todo con mucha más fuerza.
En el tiempo que estuvieron les dio lugar a hacer unos cuantos temas del disco, que editaron a finales del pasado año y que es la prueba de que el tesón y el buen trabajo al final tiene sus frutos. El bueno disco se vio plasmado sobre las tablas, con una banda sonando genial y sobre todo muy compacta y engrasada.
Y claro, los pogos volvieron, incluido un wall of death, que hizo las delicias del respetable, que no se dejó en la reserva y que disfruto de todo el concierto, como si fuera el ultimo. Gran parte de la culpa de esto, lo tuvo la banda, que supo hacerles llegar esa energía y contagiarla. Si ya me gustaron hace un año y medio, esta vez me terminaron de convencer.
Ya con la noche sobre la localidad, volvían al escenario, tras pocos meses, los mallorquines Trallery, que dejaron tan buena impresión en el último Palacio Metal Fest, siendo uno de los triunfadores de esa edición.
¿Cómo es posible que en tan pocos meses hayan podido crecer de manera tan brutal? Porque si en marzo eran buenos, es que en este Amokafre se salieron, literalmente. Y es que desde el primer momento se pusieron manos a la obra y a reventar el festival.
Si ya de por sí, los temas son buenos, con la actitud y la calidad que les aportan en el escenario, me siento muy libre de decir que estamos ante la banda que estará en primera línea de la escena Thrash de esta país en muy pocos años.

Y es que además, tienen una buena legión de seguidores en esta zona, y que casi llenaron el Amokafre para verles a ellos y que se lo pasaron de lo lindo, y que no dejaron de corear, hacer pogos durante todo el concierto. Por supuesto, el concierto estuvo basado en su última obra, con alguna presencia del primero y por supuesto no podía faltar su versión de Metallica.
Lo dicho, vuelta a la ciudad y nuevo triunfo de esta joven banda, que en los próximo años lo petaran a nivel nacional, seguro. Por cierto, que algunas voces ya están preguntando cuándo volverán por Sevilla.
Tras el conciertazo de los mallorquines, la papeleta que se les venía a los italianos Alkoholizer era bastante difícil. Y debo decir en su favor que se salieron del pellejo para hacer un gran concierto y así fue. Pero sería que lo de antes fue tan inmenso, que mi sensación no fue tan eufórica como el de otr@s asistentes al festival.
Bueno, posiblemente se me malentienda, pero es mi opinión. Alkoholizer son una gran banda, buenos músicos y tiene buenas canciones, pero en mi opinión, las bandas nacionales que lo secundaban eran algo mejores de nivel, y por desgracia se encontraron no solo con lo que le precedió, sino también con lo que vino después.
De todas formas, su Thrash Metal directo, muy del estilo de bandas de la bahía como Anthrax nos hizo pasar un muy buen rato y sobre todo su actitud sobre el escenario, desenfadada y siempre con una sonrisa en la cara.
El problema de estos festivales es que hay bandas que lo hacen mejores que otras y Trallery y Holycide estuvieron por encima el resto, y con diferencia.
A pesar de la hora a la que salieron, Holycide, el proyecto más Thrash de Dave Rotten, y que bastante gente se había retirado, eso no les amedrento y salieron desde el primer momento a darlo todo.
Ya sabemos de lo que es capaz el señor Rotten, y está claro que esta vez no iba a ser distinta. Con un tono de voz distinto, claro está, pero con la misma actitud de siempre, y muy bien secundado por el resto de la banda, que se marcó un concierto muy completo.
La banda tiene buenas canciones y eso se nota en el escenario, que les hace más fácil llegar al público. Thrash Metal aderezado con pinceladas de Death, buenas melodías y solos, para una buena combinación que les hace tener mucha calidad.
Me había gustado el disco cuando lo escuché. Una vez vistos en directo, aun mejoran lo anterior, haciendo las canciones mejores y con un punto más de agresividad y contundencia. Ciertamente la hora y sobre todo la acumulación de conciertos, no era la oportunidad más idónea para dejar buenas sensaciones, pero lo consiguieron, conmigo personalmente, y creo que con el público en general también. La ovación del final no fue gratuita, eso seguro.
Una nueva edición del Amokafre llegaba a su fin, y la conclusión es que se han vuelto a superar en la organización. Nos hacen sentirnos como en nuestra casa, con buenas bandas y sobre todo buen rollo. Además, con una iniciativa solidaria, que volvió a ser todo un éxito. Dar las gracias a todas esas personas que se dejan el alma para que dos veces al año hagamos de Los Palacios nuestra casa y no queramos irnos. Nos vemos en el próximo Amokafre y por supuesto en el próximo Palacio Metal Fest.


Crónica y fotos: Augusto Arévalo.

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